Se puede considerar como uno de los sucesos más trascendentales en
el origen de la teoría la asistencia de Freud a las experiencias llevadas adelante por el neurólogo Jean Martin Charcot en
el hospital Salpêtrière de París. Estas experiencias sugerían que mediante la hipnosis se podían inducir (y suprimir)
síntomas que se presentaban en los cuadros histéricos, como por ejemplo la parálisis. Las personas que eran sometidas a estas
experiencias no conservaban en la conciencia lo sucedido, aunque estas seguían influyendo en el comportamiento de los sujetos.
A partir de estos resultados, estudiando numerosos casos clínicos junto con Joseph Breuer, comenzaron a desarrollarse las
primitivas teorías que evolucionaron hasta formar el cuerpo teórico del psicoanálisis.
La conciencia es la cualidad momentánea que caracteriza las percepciones
externas e internas dentro del conjunto de los fenómenos psíquicos. El término inconciente se utiliza para connotar el
conjunto de los contenidos no presentes en el campo actual de la conciencia. Está constituido por contenidos reprimidos que
buscan regresar a la conciencia o bien que nunca fueron conscientes y su cualidad es incompatible con la conciencia. El 'preconsciente'
designa una instancia del aparato psíquico constituido por los contenidos que no están presentes en el campo de la conciencia
pero pueden devenir en conscientes.
Se maneja un ciclo, el cual sigue ciertos aspectos: trauma, herida, placer, fantasía, compulsión
e impotencia. La herida surge cuando la realidad se enfrenta contra la fantasía.
Se da el desarrollo psicosexual, el cual se divide en varias etapas: oral, anal, fálica, latencia,
genital.
Se habla también de introyectos, los cuales consisten en hacer de un objeto una imagen interna
que satisfacen necesidades afectivas para obtener comodidad, seguridad, etc.